La exposición ‘Enrique Gil: un romántico en la construcción de Europa’ recalará de forma permanente en Ponferrada
La exposición ‘Enrique Gil: un romántico en la construcción de Europa’, recalará de forma permanente en el Castillo de Ponferrada tras completar su periplo por diversas ciudades españolas y por la capital europea, Bruselas.
Así lo anunció el comisario de la muestra, Valentín Carrera, durante la inauguración de la misma en la sede del Archivo Histórico General en Madrid, donde permanecerá hasta el 3 de octubre. Una inauguración que presidió el ministro de Cultura, José Manuel González Uribes, y a la que asistió el alcalde de Ponferrada Olegario Ramón, junto a otras personalidades, tales como la subsecretaria de Cultura, la berciana Andrea Gavela, el eurodiputado leonés Iván García del Blanco, el diputado nacional Javier Alfonso Cendón, el alcalde de León, José Antonio Diez, la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Ponferrada, Concepción de Vega, y el propio director del Archivo Histórico Nacional, Juan Ramón Romero.
El comisario de la exposición también anunció que es inminente la publicación de la principal obra de Enrique Gil, El señor de Bembibre, en alemán y en chino mandarín, completando a las ediciones en inglés y francés.
Características de la muestra
Esta exposición tiene como principal cometido rescatar la desconocida figura del escritor berciano y desmontar los numerosos equívocos que se han formado sobre su biografía y sobre su dimensión literaria, intelectual y diplomática y que se han venido arrastrando durante casi dos siglos, oscureciendo a una de las principales figuras, tal vez la principal, del Romanticismo español.
Está integrada por 25 paneles de uno por dos metros.
Manuscritos:
También incluye dos mesas expositoras con una parte de los manuscritos de Gil que se conservan en el Archivo Histórico Nacional, que constituye un valioso tesoro documental, y la ocasión especial de verlos en público por vez primera.
Hilo narrativo:
El desconocido periodista, ensayista y novelista Enrique Gil — amigo de Larra, Espronceda o Humboldt, por citar tres contemporáneos suyos— realiza en 1844 un viaje por el corazón de Europa, siguiendo el modelo de su admirado lord Byron en Childe Harold, o los viajes de otros románticos como Chateaubriand, Lamartine o Mesonero Romanos. El Grand Tour fue para aquellos autores de las primeras décadas del siglo XIX una necesidad espiritual, un rito iniciático, una fuente de inspiración. El Grand Tour de Enrique Gil es un viaje literario, histórico, artístico, pictórico, económico y diplomático, en el que emplea cinco meses para llegar desde Madrid a Berlín, en la primavera y verano de 1844.
